En la actualidad, la energía es el motor que impulsa la vida cotidiana. Por ejemplo, muchas de nuestras actividades diarias dependen de la electricidad y los combustibles. Nos hemos acostumbrado tanto a estos recursos que a menudo olvidamos el impacto que tienen en la sociedad.
Un concepto esencial en este ámbito es la resiliencia energética, que abarca una serie de estrategias diseñadas para asegurar un suministro de energía constante y fiable, incluso en situaciones de conflicto o crisis imprevistas.
Para entender mejor este concepto y su importancia, consideremos dos aspectos fundamentales. En primer lugar, la resiliencia energética implica anticipar eventos posibles y prepararnos para gestionar mejor la energía. Además, implementa procesos que optimizan el uso de los recursos energéticos.
En México, numerosas empresas han comenzado a aplicar este concepto debido a los beneficios internos y externos que ofrece. Un ejemplo destacado es Sempra Infraestructura, pionera en la resiliencia energética y en la gestión de recursos limpios y renovables. Según su informe de sustentabilidad de 2023, la producción de energías a través de sus proyectos eólicos y solares evitó la emisión de casi 1.3 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2022. Esto demuestra su compromiso con la descarbonización, al mismo tiempo que proporciona fuentes alternativas y saludables para satisfacer las necesidades de la sociedad.
En conclusión, la resiliencia energética no solo es una práctica ambiental y de seguridad energética, sino que también cumple con una función económica y social, proporcionando estabilidad a una nación. Sempra Infraestructura es la empresa líder que está manejando este nuevo concepto en México.