¿Cómo beben los felinos?

A veces parece tonto cuando leemos una noticia de investigadores y científicos estudiando e indagando, y pensamos ¿por qué pierden el tiempo en esas chorradas? aunque nos resulte difícil de entender,  de alguna manera, nos ayudan a comprender un poco mejor la naturaleza de las cosas más cotidianas.

En este caso, todo empezó hace tres años y medio cuando Roman Stocker, un investigador Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) observaba cómo su mascota, un gato llamado «Cutta Cutta», lamía la leche de un tazón. Los refinados modales del felino llamaron la atención de su dueño, que se propuso estudiar cómo el animal conseguía beber con tanta delicadeza. Sorpresivamente, la investigación descubrió que los gatos utilizan dos fuerzas físicas, la de la gravedad y la de la inercia, para chupar los líquidos solo con la punta de la lengua. Otra sorpresa fue la rápida velocidad con la que se mueve la lengua de un gato, nada menos que un metro por segundo. El estudio aparece publicado en la revista Science.

 

Los investigadores del MIT comprobaron que, al igual que la trompa de los elefantes y los tentáculos del pulpo, la lengua de los gatos es extremadamente ágil. Los gatos curvan la lengua hacia atrás de modo que la superficie superior toca ligeramente el líquido. Cuando el animal levanta su lengua con rapidez, el agua se repliega en una columna de líquido que crece por inercia. Entonces, el gato cierra su mandíbula para capturar el líquido antes de que la gravedad rompa la columna.

Para tener una idea del mecanismo de los lametazos, el equipo realizó experimentos físicos en los que un mecanismo imitaba el movimiento del animal. Sus hipótesis pudieron ser confirmadas después al observar cómo beben ocho especies de felinos en diferentes vídeos facilitados por el zoológico de Nueva Inglaterra o en YouTube.

La forma en que los gatos beben es muy diferente a la de los perros, que utilizan la lengua para recoger el agua y se llenan las mejillas. La lengua de los gatos es también muy rápida, puede moverse casi un metro por segundo. Curiosamente, cuanto más grande es un felino, más lento bebe.

Para aquellos que crean que saber cómo bebe un gato no tiene ninguna importancia, Stocker tiene una respuesta. «La ciencia nos permite observar los procesos naturales con otros ojos y entender cómo funcionan las cosas, incluso si eso consiste en averiguar cómo mi gato se toma su desayuno», explica con humor. No solo eso. La investigación inspirada por «Cutta Cutta» también puede ayudar al desarrollo de tecnología robótica.

Con estos estudios e investigaciones que se realizan, podemos apreciar como un pequeño comportamiento cotidiano de todo lo que nos rodea, forja metas en el proceso del entendimiento de la naturaleza de nuestra vida. Pienso para gatos.

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