Mosquiteras a medida: apartándonos de la cadena alimenticia

mosquiteras a medida

A la hora de evitar el ingreso de intrusos al hogar, no solo se tienen que tomar precauciones contra otros seres humanos de malas costumbres y animales medianos o grandes, quienes con gusto se aprovecharían de los recursos reunidos con infinito esfuerzo; sino que también se debe tener en cuenta a aquellas diminutas pestes que pueden detenerse con el uso inteligente de unas mosquiteras a medida.

Y es que en el reino animal, la especie más exitosa y abundante es la de los insectos, debido a su pequeño tamaño y la gran adaptabilidad a todos los ambientes. Gracias a esto se podría decir, a modo general, que no están en peligro de extinguirse en algún momento cercano; así que no sintamos culpa por impedirles el paso a nuestras casas.

Colocando una barrera entre la plaga y la gente

Puesto que además de resultar un incordio para el desarrollo de la vida normal, muchos son transmisores de enfermedades, especialmente las moscas y los zancudos. Los primeros sin ninguna consideración a la higiene se posan en sustancias desagradables y a continuación en nuestros alimentos y cuerpos.

Y las hembras de la segunda variedad requieren proteínas de la sangre para poner sus huevos. El problema es que entonces se vuelven vectores de virus y bacterias que sobreviven en sus aparatos digestivos. No entremos en detalles que no vienen al caso y digamos únicamente que son indeseados en los recintos que utilizamos.

Una opción para repelerlos es vivir aislados del exterior, con las puertas y ventanas firmemente cerradas y manteniéndose cómodos con sistemas de aire acondicionado o en los meses de invierno, con calefacción. No obstante, cuando llega el verano con los vientos frescos y el cálido sol, sería casi trágico renunciar por completo a los regalos que nos ofrece esa temporada.

En definitiva la mejor solución es instalar mosquiteros, suficientemente finos e intrincados para ser un obstáculo a los insectos, pero que permitan que la brisa y la luz natural nos inunden. De esta manera, ya sea que estén fijos en los marcos, enrollados o posean bisagras, podremos disfrutar de lo bueno de la naturaleza, dándole descanso al brazo que espanta los bichos.

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