objetos publicitarios

Objetos publicitarios que sirvan para ambas partes

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Los objetos publicitarios son ampliamente utilizados para dar a conocer una firma o un producto en particular, sin embargo, no todos tienen la misma efectividad y esto se debe a múltiples factores como puede ser la estrategia en general  y el tipo de elementos utilizados, en lo que influyen sus respectivas características. Por lo tanto, no se trata únicamente de tomar unos artículos al azar o elegirlos bajo unos criterios erróneos y repartirlos a cualquiera.

Para que la estrategia de marketing a través de la distribución de objetos publicitarios o promocionales sea efectiva, debe hacerse previamente investigaciones y análisis de mercado, diseño, público objetivo, finalidad, costes, cantidad a repartir, entre otros. No es lo mismo una firma dedicada a la comercialización de productos, que una que ofrezca servicios, por ejemplo. Por ende, la publicidad no es una receta que se pueda aplicar a todos por igual.

Características favorables para ambos

Las características de esos objetos es crucial, para que sean verdaderos emisores del mensaje que queremos transmitir. En primer lugar, debería ser algo útil, que no vaya a parar en un cajón o peor aún en la basura. El beneficiado tendría que sentir que le dieron algo para ayudarle y eso fomentará una conexión con la marca, una especie de gratitud que lo demostrará adquiriendo sus productos o servicios, o, al menos, los tendrá en cuenta.  Otra consecuencia positiva es que muy probablemente dará buenas referencias.

Del punto anterior se desprende la siguiente característica determinante del éxito de la utilización de esta clase de estrategia, y tiene que ver con la calidad. Puede ser que se atinen en todos los factores involucrados, pero si lo que se da es precario y se estropea con facilidad o no funciona, eso será directamente relacionado con la firma. Esto quiere decir, que en lugar de obtener una buena publicidad el efecto será adverso.

Por último, para que sea útil y aprovechable, debe ser apropiado para el público objetivo, ya que de nada servirá entregar un artículo a un individuo que no le interese lo que se le entregue. Para ello, es oportuno hacer un sondeo de los gustos y preferencias de los que conforman o pueden ser parte de nuestra clientela.

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